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Acoso laboral o mobbing, ¿cómo detectarlo?

Acoso laboral o mobbing, ¿cómo detectarlo?

Debido a todos los cambios que están sufriendo las organizaciones, la exposición a los riesgos psicosociales se está haciendo cada vez más frecuente e intensa, haciendo necesario su identificación, evaluación y control con el fin de evitar los riesgos que llevan asociados en materia de salud y seguridad en el trabajo.

Riesgos psicosociales en el trabajo

Los principales riesgos psicosociales del ámbito laboral son:

  • Estrés: definido por la comisión europea como “patrón de reacciones emociones, cognitivas, fisiológicas y de comportamiento a ciertos aspectos adversos o nocivos del contenido del trabajo, organización del trabajo y el medio ambiente de trabajo. Se trata de un estado caracterizado por un lado por altos niveles de excitación y de respuesta, y por otro, la frecuente sensación de no poder afrontarlos”.
  • Violencia: engloba todas las acciones, incidentes o comportamientos que se utilizan intencionadamente contra una persona o grupo, en circunstancias relacionadas con el trabajo y que supongan un riesgo explícito o implícito en términos de seguridad, bienestar o salud.
  • Burnout: consiste en el resultado de un proceso de estrés crónico laboral y organizacional que termina en un estado de agotamiento emocional y de fatiga desmotivante para la realización de tareas laborales.
  • Acoso laboral o mobbing: A mucha gente se le hace complicado el termino mobbing, gente lo escribe erronamente como moving, muvin y así un largo etc…pero el término es «mobbing» y hace referencia al conjunto de comportamientos, acciones o conductas ejercidas por una o diversas personas de forma sistemática y a lo largo del tiempo, destinadas a dañar la integridad física y psicológica de una o más personas con el objetivo de destruir su reputación, sus redes de comunicación y perturbar el ejercicio de sus funciones (Heinz Leymann, 1990).

La particularidad del mobbing es que no se produce exclusivamente por causas directamente relacionadas con el desempeño laboral o con la organización, sino que su origen está ligado a las relaciones interpersonales que se establecen dentro de cualquier organización y entre los diferentes individuos que la conforman.

En este punto, es importante destacar que el acoso laboral no entiende de jerarquías, pues cualquier miembro de una organización puede sufrirlo. No obstante, la posición jerárquica será la que indicará el tipo de mobbing sufrido.

Tipos de Mobbing

  • Mobbing descencente o bossing: ocurre cuando un empleado de nivel jerárquico inferior recibe acoso psicológico por parte de empleados que ocupan posiciones superiores en la jerarquía de la empresa. Este tipo de acoso laboral se puede subdividir en tres tipos:
    • Mobbing estratégico: el acoso se engloba dentro de una estrategia empresarial cuyo objetivo es que el trabajador acosado abandone “voluntariamente” la empresa. De este modo, la empresa no debe pagarle al trabajador la indemnización que le correspondería por despido improcedente.
    • Mobbing institucional: es cometido por un superior suscrito por el deseo de aislar a un empleado con una actitud poco sumisa, de generar situaciones de esclavismo laboral o de acabar con un trabajador que no se ajusta a las expectativas del jefe.
    • Mobbing perverso: se trata de un acoso laboral cuyo único objetivo es obtener el control emocional del empleado, mediante su manipulación y el posterior bloqueo psicológico.
  • Mobbing ascendente: ocurre cuando un empleado de nivel jerárquico inferior ataca a una persona con un nivel jerárquico superior. Este tipo de acoso suele surgir o bien cuando se incorpora un trabajador con un nivel laboral superior y los subordinados no aceptan sus métodos, o bien cuando un trabajador aspira a obtener un puesto mejor y no se lo dan.
  • Mobbing horizontal: ocurre cuando el acoso es cometido por trabajadores del mismo nivel jerárquico. Los motivos que desencadenan esta reacción pueden venir dados por envidias, conflictos, rivalidades, aburrimiento o incluso antipatías personales.

Acciones de Mobbing más comunes

Las estrategias más comunes que tienen los acosadores para llevar a cabo el hostigamiento según el profesor Iñaki Piñuel (2006), son:

  • Gritar, avasallar o insultar a la víctima, independientemente de si está sola o acompañada.
  • Asignación de objetivos inalcanzables o imposibles de cumplir.
  • Asignación de tareas intranscendentes.
  • Modificación de responsabilidades.
  • Sobrecarga laboral y presión excesiva.
  • Amenazas continuadas o coacciones.
  • Trato vejatorio o discriminatorio.
  • Ignorancia o exclusión.
  • Bloqueo activo y pasivo de su carrera profesional.
  • Infravaloración del esfuerzo realizado.
  • Ignorancia de los éxitos profesionales o atribución de los mismos a otras personas.
  • Crítica sistemática hacia su trabajo de forma maliciosa.
  • Invasión de su privacidad.
  • Ridiculización el trabajo ante los demás.
  • Retención información crucial para el desarrollo de sus tareas.
  • Difamación de información sobre la víctima.

Consecuencias del acoso laboral

Asimismo, las consecuencias que puede desencadenar en la víctima el sufrir cualquiera tipo de acoso dentro del ámbito laboral son:

  • Afectación en varias o todas las esferas de la vida (laboral, personal, social…)
    • A nivel emocional: ansiedad, tristeza, baja autoestima, hipervigilancia, impotencia…
    • A nivel cognitivo: memoria, concentración, atención…
    • A nivel fisiológico: somatizaciones, dolores inespecíficos, insomnio…
    • A nivel conductual: aislamiento, hipersensibilidad, evitación, agresividad…
  • Desarrollo de cuadros psicopatológicos. Según los criterios del DSM-5, entre los principales trastornos psicológicos asociados se encuentran:
    • Trastorno de Estrés Postraumático
    • Trastornos adaptativos
    • Trastorno de Ansiedad Generalizada
    • Trastorno por estrés agudo
    • Trastornos del estado de ánimo

Cómo detectar el mobbing

No obstante, independientemente del tipo de mobbing ejercido por el acosador, las acciones de hostigamiento llevadas a cabo por el mismo o las consecuencias que puedan llegar a tener todas ellas para la víctima, el acoso laboral no es tarea sencilla de detectar por:

  • Las dificultades que tiene la víctima para demostrar el acoso que está sufriendo, debido a la sutileza y clandestinidad con la que actúan los acosadores.
  • La existencia de una red de cómplices que dan soporte al acosador ya sea participando activamente en las acciones de hostigamiento o convirtiéndose en testigos mudos.
  • El desarrollo de sentimientos de culpa y vergüenza por parte de la víctima.

Es importante que cuando la organización o cualquier miembro de la misma detecte este tipo de conductas, se tomen medidas para tratar de erradicarlas. Para ello, se puede recurrir a un psicólogo forense, el cual se encargará de evaluar y realizar un informe pericial que ponga de manifiesto la existencia de síntomas compatibles con una situación de acoso, que luego, en caso de ser necesario, podrá ratificar ante el juez.

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Acerca del autor:

ISEP
40 años acompañando en el crecimiento profesional en psicología, educación, logopedia y neurociencias.

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