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Las dificultades del lenguaje relacionadas con el TDAH son un tema poco investigado, a pesar de la evidencia de que los niños con TDAH tienen habilidades psicolingüísticas deficientes, especialmente en el ámbito pragmático y en la forma y el contenido del lenguaje. Es importante que los profesionales de la salud mental, en especial los psicólogos y logopedas, estén capacitados para detectar estas dificultades tempranamente y diseñar una intervención eficaz que aborde las necesidades específicas de los pacientes con TDAH en el ámbito del lenguaje y la comunicación.
Las dificultades de atención, planificación y organización de la información, y control de la interferencia, afectan negativamente los actos comunicativos. Así mismo, las dificultades pragmáticas son evidentes en la mayoría de los casos, especialmente en los usos conversacionales. Y es que el retraso en la adquisición del lenguaje y las dificultades pragmáticas son inherentes al TDAH y están relacionadas con las características cognitivas que provocan una interferencia continua en el procesamiento de datos relevantes durante las situaciones de comunicación.
Además, las respuestas relacionadas con la impulsividad (falta de respeto por los turnos conversacionales, intromisiones en conversaciones ya iniciadas sin los recursos comunicativos idóneos, respuestas inadecuadas a preguntas, cambios en la conversación escasamente adaptados al contexto, etc.) y la hiperactividad (verborrea, exceso de habla en situaciones que requieren una modulación de las interrelaciones comunicativas, etc.), condicionan significativamente la gravedad del cuadro.
Las limitaciones en la memoria de trabajo, la dificultad para el control de la impulsividad y, en general, el déficit en las funciones ejecutivas relacionadas con el control de la atención y la inhibición, conllevan una importante limitación para el procesamiento de la información necesaria para los actos comunicativos, e influyen de forma negativa en la elección de respuesta adecuada al contexto.
Los primeros síntomas
Durante el periodo de desarrollo del lenguaje, los niños con TDAH presentan un déficit de planificación interna del habla, lo que afecta el desarrollo desde los primeros estadios. Los síntomas son un discurso escasamente organizado y con continuos cambios en el hilo discursivo. Las dificultades en la organización fonológica y morfológica y en la conciencia fonológica se van haciendo cada vez más evidentes: dificultades en la gramática y la sintaxis, errores de omisión, sustitución o adición, uso inadecuado de los tiempos verbales, el escaso uso de reglas sintácticas y la incapacidad para mantener la concentración del propio discurso. También se producen alteraciones en el desarrollo semántico y problemas de vocabulario en la comprensión y producción.
La alteración comunicativa más grave, frecuente y persistente se vincula con las habilidades pragmáticas y el uso correcto de los marcadores conversacionales. El déficit en la comunicación y en la interacción social relacionada con funciones ejecutivas influye notablemente. Las dificultades para comprender la intención comunicativa del interlocutor, respetar turnos de palabra y adecuar el comportamiento durante la conversación al entendimiento del hilo y a los cambios de tema, son características propias del desorden en el uso del lenguaje asociado al TDAH.
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