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El COVID- 19 no solamente está teniendo efectos devastadores en la salud, sino que también ha afectado el área psicosocial de las personas. El rápido avance de la pandemia ha puesto en graves dificultades a los sistemas educativos alrededor del mundo.
¿Cómo se ha visto afectada la educación en tiempo de pandemia?
No es un secreto que los padres, maestros, y psicólogos, aunque rueguen que abran las aulas, también tienen miedo a lo que pueda acontecer dentro de las mismas.
No temen solamente al contagio del virus, temen a la calidad de las relaciones sociales, a los procesos que se llevan a cabo dentro de las escuelas y colegios, y a otros aspectos de la rutina que deben retomar.
Se ha ido formando el camino de la educación con muchas alternativas virtuales, más para muchos, no es una realidad el aprendizaje virtual. Durante la pandemia, la educación ha estado viajando en un vehículo de alta velocidad y al mismo tiempo va armando sus partes. Aunque interesante, muy arriesgado, pues no está claramente garantizado que estas medidas fuesen a funcionar. La pandemia del COVID-19 junto con las medidas tomadas por los entes gobernantes en distintos países, han proporcionado al mundo de la educación, inseguridad y malestar.
En recientes investigaciones, como la de Brown y Salmi (2020) salen a relucir que la emergencia sanitaria ha abierto las puertas a conocer que el hecho de lograr la equidad en temas de la educación para grupos vulnerables de la sociedad, es uno de los mayores desafíos.
¿Cuál es la realidad de la educación durante una pandemia mundial?
Un sin numero de instituciones han cerrado de manera presencial. Han recorrido el camino del aprendizaje en línea. No obstante, muy pocas han tenido éxito.
La educación se ha visto gravemente afectada por el hecho de que las lecciones no llegan de forma adecuada a los receptores (los jóvenes). Existen tres mayores de estilos de aprendizaje que podemos ver en un aula día a día:
- El aprendizaje visual que se basa en la observación de imágenes y luego se pasa a relacionarlas con conceptos.
- El aprendizaje auditivo, que lo pose el estudiante que recuerda ideas a través de la explicación oral.
- Por último, el aprendizaje kinestésico, que va relacionado a la parte sensorial y al movimiento.
Tomando esto en cuenta, es de conocimiento público que a través de una pantalla no es mucho lo que se puede abarcar para estos tres estilos de aprendizaje. La realidad es que lo que se puede presentar al estudiante a través de la pantalla es muy limitado, las lecciones deben de ser rígidas y poco flexibles para garantizar en la medida de lo posible un aprendizaje significativo.
El COVID-19 y las relaciones sociales infanto-juveniles en la educación
La pandemia trajo consigo el confinamiento en casa para la población infanto-juvenil. Sin duda alguna, esto ha afectado la capacidad de relacionarse con los demás y la destreza de formar amistades. Cuando los jóvenes y niños regresen al colegio pasarán un momento de inseguridad o explosividad al estar tantos meses sin relacionarse con otros iguales. La conducta de los mismos al relacionarse nuevamente con sus compañeros, dependerá de la actitud que hayan asumido en cuanto a las relaciones sociales durante la pandemia.
Por otra parte, la inseguridad económica de las familias durante esta actual pandemia está siempre vinculada al desarrollo deficiente del infante o del joven, jugando un papel importante en el bajo nivel de logros académicos.
Los padres, maestros y psicólogos, deberán asumir un rol de guía en el procesos de apoyar las necesidades sociales y emocionales de los jóvenes y niños.
No obstante, pese a todo lo vivido durante el último año de pandemia, existe una esperanza. En breve, los procesos educativos retomarán su normalidad y aunque será un trabajo de mucho esfuerzo, se logrará.
