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La simulación y disimulación en psicología forense

La simulación y disimulación en psicología forense

La evaluación psicológica en el ámbito forense se diferencia del clínico principalmente por la actitud de colaboración del sujeto evaluado. En un contexto clínico – y en su mayoría – el paciente estará dispuesto a colaborar, motivado para el cambio que busca y, por ende, será sincero y nos facilitará información veraz. No podemos decir lo mismo del contexto que nos concierne, en un peritaje, el objetivo del sujeto no es el mismo que en el clínico, no olvidemos que nos encontramos inmersos en procesos judiciales y la persona puede acabar beneficiándose del resultado final o por el contrario, salir perjudicada de la decisión del juez, es por esto que los intereses que hay detrás de este contexto específico pueden llevar al evaluado a simular o disimular dependiendo de la situación.

La simulación o disimulación nos refleja un deseo deliberado de la persona en ocultar su estado mental real o sus capacidades ya sea para darnos una imagen positiva y disimular – un ejemplo sería en procesos de guarda y custodias – o bien para ofrecernos una imagen negativa y simular – por ejemplo para evitar responsabilidad penal o reclamar una indemnización por daño psíquico. Sobre todo es muy importante no confundir el concepto de simulación/disimulación con el de engaño, el primero hace alusión a cuestiones psicopatológicas y el segundo al contenido de la información.

Se sospecha que existe una simulación o disimulación cuando encontramos:

  • Discrepancias entre los síntomas que se alega, la observación de la conducta y/o los resultados que se obtienen de las pruebas clínicas
  • Problema médico-legal
  • Sintomatología atípica
  • Sobreactuación clínica
  • Presencia de trastorno antisocial de la personalidad
  • Buena capacidad intelectual
  • Incapacidad alegada pero mantenimiento del ocio de la persona
  • Historial previo de bajas laborales repetidas

¿Qué es la Simulación en Psicología forense?

Es la imitación consciente de una enfermedad mental con la intención de obtener una ganancia, eludir una sanción, obtener una indemnización o perjudicar a un tercero de forma premeditada. No debe confundirse con el trastorno facticio, más conocido como síndrome de Münchhausen, trastorno que se caracteriza por la aparición de síntomas producidos deliberadamente por el mismo paciente con la intención de recibir atención médica y asumir un rol de enfermo.

  Simulación Trastorno Facticio
Incentivos externos x
Beneficio secundario
Base orgánica x x
Control voluntario
Conflicto psicológico x
(Esbec y Gómez-Jarabo, 1999)

Tipos de simulación:

  • Simulación: Creación de un cuadro clínico que no existe.
  • Sobresimulación: Amplificación de un cuadro clínico existente.
  • Metasimulación: Mantenimiento de la sintomatología de un cuadro clínico ya resuelto, inexistente.

Para Gisbert Calabuig (2004), estas son las posibles circunstancias que motivan la simulación en el ámbito forense:

  • Simulación ofensiva: pretende eludir una responsabilidad de tipo penal o civil.
  • Simulación exonerativa: pretende evitar una obligación civil (servicio militar), laboral (trabajo indeseado), penitenciaria (ingreso en prisión para cumplir una condena)…
  • Simulación lucrativa: persigue una ventaja económica (renta por accidente laboral, indemnización…).

Los trastornos mentales más propicios a su simulación son:

  • Trastorno por estrés postraumático.
  • Cuadros psicóticos.
  • Demencias.
  • Toxicomanías.
  • Trastornos disociativos.
  • Retraso mental.

Los tipos de perfiles más propensos a la simulación son:

  • Sujeto con trastorno antisocial de la personalidad.
  • Sujeto con trastorno histriónico de la personalidad.

¿Qué es la Disimulación en Psicología forense?

Se trata de ocultar, disfrazar o modificar una lesión o cuadro clínico específico para un beneficio secundario. En este caso es mucho más complicada su detección.

Los tipos de perfiles más propensos a la disimulación son:

  • Sujetos con depresión.
  • Sujetos con paranoia y alucinaciones.
  • Sujetos alcohólicos.

Se sospecha de disimulación cuando encontramos:

  • Actitud defensiva ante exploración.
  • Rechazo o renuncia a las pruebas.
  • Graves repercusiones en el campo penal.

Es necesario evaluar con pruebas que tengan escalas de validez, como lo son el MMPI-2 o el MCMI-III. También acompañarlo con la prueba SIMS, un inventario estructurado para la simulación de síntomas; o el TOMM, un test de simulación de problemas de memoria en caso de que haya una posible relación. No obstante, lo que nos dará algo más tangible y seguro será, cuando pueda demostrarse una simulación o disimulación por otras vías como la entrevista, observación de la conducta, antecedentes,…es decir, cuando las fuentes de información sean múltiples, es aquí cuando pueda tener peso suficiente en un juicio.

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Acerca del autor:

Maria Cotán Ruiz
Psicóloga Col. Num. 27461. Miembro del Col·legi Oficial de Psicòlegs de Catalunya (COPC). Especializada en Psicología Forense y Legal (ISEP). Peritaje psicológico en ámbito de penal, familia, civil y laboral. Asesoramiento jurídico. Consulta Psicológica Online: www.mariacotan.com

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2 Respuestas a “La simulación y disimulación en psicología forense”

  1. User defaultEugenio Choque says:

    Gracias por el aporte; me gustaría la prueba SIMS, un inventario estructurado para la simulación de síntomas; o el TOMM, Gracias por la información trabajo en el ámbito forense en Perú

  2. User defaultGraciela Guerrero says:

    Gracias por sus publicaciones, excelente explícito pero bien claro.

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