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Biofeedback y Neurofeedback: aplicaciones en el ámbito psicológico

Biofeedback y Neurofeedback: aplicaciones en el ámbito psicológico

Desde los inicios de la psicología moderna se ha tratado de comprender y manejar la conducta. Distintos paradigmas como el psicoanálisis, el conductismo y otros desarrollos más recientes, han aportado herramientas y marcos teóricos con objeto de dar una explicación lo más concreta posible esta. Con las recientes aportaciones de la neuropsicología queda muy bien fundamentada la estrecha conexión entre conducta y cerebro como ya habían anticipado en los años 80 las Teorías Conexionistas y del Procesamiento de la Información.

¿Qué es el biofeedback?

Uno de los primeros pasos a la hora de estudiar científicamente la relación entre nuestros pensamientos y las reacciones fisiológicas consecuentes, fue el desarrollo del Biofeedback (BF), una técnica que consiste en proporcionar retroalimentación inmediata al sujeto sobre sus funciones fisiológicas tales como la respiración, la conductancia, la tensión muscular o la temperatura. El uso del Biofeedback posibilita que estas respuestas, en principio autónomas, pasen a ser controladas por el sujeto tras un entrenamiento, el cual consiste en la colocación de sensores capaces de registrar las distintas respuestas fisiológicas del organismo durante la realización de una tarea. Tras varias sesiones de práctica, el sujeto es capaz de ajustar automáticamente los parámetros dentro de los umbrales deseados sin necesidad de un control voluntario. El mecanismo de acción del Biofeedback generalmente considerado es el condicionamiento operante, ya que estamos literalmente recondicionando y reentrenando el cerebro.

Aplicaciones del Biofeedback en la psicología

Las aplicaciones del Biofeedback sobre las funciones fisiológicas que sostienen las respuestas de ansiedad en el ámbito psicológico son obvias, demostrando ya en varios estudios su superioridad respecto a grupos placebo en depresión y ansiedad (Hammond, 2005 Moore 2000, Choi et al, 2011). Obteniendo el patrón de ondas que predomina en cada problema y observándolo de forma detallada, podemos literalmente “enseñar” al cerebro a comportarse de otra manera para, posteriormente, generalizar esa respuesta a otros ambientes. Este hecho es posible mediante la retroalimentación que actualmente llevan incorporados los software de bio y neurofeedback que usan indicadores como tonos, gráficas, videos, juegos, puzzles, etc.

Ya a finales de los años 60 se comprobó que era posible entrenar y condicionar los patrones de ondas cerebrales (Kamiya, 2011; Sterman, LoPresti, Fairchild, 2010) que se dividen tradicionalmente en varias frecuencias. He aquí el nacimiento del Neurofeedback (BF EEG).

¿Qué es el Neurofeedback?

El Neurofeedback es un tipo de Biofeedback aplicado a las ondas cerebrales.

La aparición del Neurofeedback no tuvo una gran repercusión inicial, aunque su uso fue extendiéndose paulatinamente a un mayor número de áreas de intervención. Un punto de inflexión lo marcó Frank H. Duffy, un importante neurólogo de la Harvard Medical School, quien afirmó que el Neurofeedback debería desempeñar un mayor rol terapéutico en muchas áreas de actuación. En su opinión, si cualquier medicación hubiese demostrado tal grado de eficacia ya habría sido universalmente aceptada y masivamente utilizada (Duffy, 2000).

Aplicaciones del Neurofeedback

Las aplicaciones más exitosas del Neurofeedback se han manifestado en la mejora del Trastorno de déficit de atención e hiperactividad. En este sentido el trabajo del Dr.Joel Lubar (Lubar 1995) de la universidad de Tennessee, así como muchos otros, demuestran repetidamente que es posible re-entrenar el cerebro, provocando cambios en la actividad cerebral de los niños, en un estudio realizado de forma longitudinal con 10 años de seguimiento se manifestaba que el neurofeedback provocaba mejorar sustanciales de la sintomatología típica del TDAH en un 80% de la muestra y, lo más importante, estos cambios eran permanentes. Asimismo en el estudio de Rossiter y LaVaque (1995)  arrojaba que 20 sesiones de Neurofeedback producían mejoras comparables a la toma del medicamento Ritalin, e incluso arrojaron superiores resultados en estudios posteriores, llegando a resultar innecesario el uso de medicación.

El Neurofeedback también esta siendo aplicado de forma experimental a otros trastornos. Los estudios son cada vez más numerosos y los resultados alentadores ahora que los equipos son más pequeños y asequibles. Estos estudios se dirigen hacia la rehabilitación cognitiva tras lesiones traumáticas en la cabeza, la depresión, las obsesiones y compulsiones, el insomnio, el abuso de drogas, la esquizofrenia, la cefalea, la demencia e incluso el autismo, ya como complemento a la terapia psicológica o bien a la farmacológica. Un interesante campo se ha abierto también en su aplicación a deportistas de elite, convirtiéndose una herramienta realmente útil para perfeccionar su desempeño midiendo y mejorando algunos patrones clave. En todos estos ámbitos se continúa con la investigación.

Efectos secundarios del Neurofeedback

Respecto a los efectos secundarios algunas personas pueden sentirse fatigadas o ansiosas, experimentar dolor de cabeza, tener dificultades para conciliar el sueño o se pueden sentir agitadas o irritables si la sesión de tratamiento es demasiado larga (Matthews, 2007, 2011; Ochs, 2007). Muchos de estos síntomas sin embargo pueden evitarse acortando la duración de las sesiones.

Finalmente hay que señalar que, paralelamente a la explosión de aplicaciones y estudios que vivimos actualmente respecto a estas técnicas y el consiguiente abaratamiento de los equipos, se está produciendo un incremento de personas que se lanzan a tratar problemas, que en ocasiones son muy graves, sin preparación adecuada en el ámbito, sin poseer los conocimientos suficientes para manejar correctamente los equipos y pretendiendo ejercer competencias medicas y psicológicas sin la titulación correspondiente, practicando, por tanto, el intrusismo en estas áreas. En estos casos los entrenamientos resultan inocuos en el mejor de los casos y gravemente contraproducentes en el peor. Resulta, por tanto, de importancia capital asegurarse que el profesional al que consultamos esta suficientemente capacitado y titulado recurriendo si es necesario a solicitar información a los Colegios profesionales pertinentes y, satisfacer previamente las dudas que se puedan tener, evitando los reclamos de mejoras milagrosas provenientes de personas sin la formación adecuada.

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Acerca del autor:

Carlos Sanz Andrea
Antiguo alumno del Máster en Psicología Clínica y de la Salud de ISEP

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